Además de ser sabrosos, los frutos secos disminuyen el riesgo cardiovascular, son ricos en proteínas, fibra y minerales y poseen notables virtudes antioxidantes. Numerosos estudios han evidenciado la importancia para la salud de su consumo diario y los beneficios específicos para el corazón y el sistema circulatorio en el contexto de una dieta equilibrada. Estas propiedades saludables se basan en diferentes componentes bioactivos que contienen, como la vitamina E, y el Omega-3. Además, son fuente de fibra natural, tienen un alto contenido proteico, contienen minerales como el manganeso, cobre, magnesio, potasio, cinc y selenio y su aporte calórico no es excesivo.